sábado, 24 de noviembre de 2007

"CIUDADA PERVERSA: menores prostituidos por monedas" por Maria Helena Ripetta para el Diario Perfil




En las zonas de Constitución, Retiro, Once, La Boca y San Telmo se registró la mayor cantidad de casos de niños y niñas explotados sexualmente. Los menores que viven en la calle son los más vulnerables. Desde el año 2005 hasta la actualidad se realizaron 117 denuncias de casos de prostitución infantil. Les pagan con algo de dinero o un plato de comida.

La concurrida zona durante el día queda desolada durante la noche y ampara la desprotección de niños que permanecen solos en algún rincón de la estación o en los bancos de la plaza. Yamila tiene 12 años, vive en Tigre, pero casi todas las noches deambula por los alrededores de la estación de trenes de Retiro. Con un grupo de cinco chicos de su misma edad, duerme en la calle, fuma y aspira pegamento. “Cuando sea grande no quiero hacer nada. Así estoy bien. Una vez la Policía me llevó a la comisaría por robo, pero acá estoy joya”, dice mientras forcejea con un amiguito por la bolsa con pegamento.

Un cartonero que empuja su carro, y que todas las noches pasa por allí cuando regresa a su casa en la Villa 31, asegura: “Estos pibes me dan mucha pena. Cuando ya no queda nadie, ni la Policía, por la madrugada vienen degenerados y se los llevan. Alguien debería hacer algo por ellos”.

“Los chicos en situación de calle están en riesgo de sufrir la explotación sexual. No hemos detectado redes, pero sí recibimos muchas denuncias de chicos que en la calle buscan prostituirlos”, sostiene María Elena Nadeo, presidenta del Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quien en 2005 lanzó la campaña llamada “Sin clientes no hay prostitución infantil”, y difundió la línea telefónica 102 para realizar las denuncias de explotación sexual infantil.

Las zonas más denunciadas hasta este año son: Zavaleta, Belgrano, Constitución, Once y La Boca. Fuentes de la Policía Federal agregan Retiro y San Telmo como barrios donde perversos intentan aprovecharse de niños en situación de pobreza. A diferencia del ejercicio de la prostitución adulta, la infantil se sustenta fundamentalmente por la demanda y no por la oferta, es decir hay adultos que se acercan a niñas que ven vulnerables para seducirlas con dinero a cambio de que hagan los que ellos desean. El Gobierno de la Ciudad cuenta con el programa de Atención y Acompañamiento a Niños, Niñas y Adolescentes víctimas de explotación sexual, a través del cuál ya se realizaron 117 denuncias y se encuentran acompañadas 62 niñas y adolescentes, entre ellas dos travestis, que han sido víctimas de explotación sexual.

Si bien se supone que existen, no fueron detectadas redes de prostitución infantil en la Ciudad.

“Hay hombres que se aprovechan de niñas y de adolescentes de forma individual, no como redes de prostitución, a cambio de dinero o de alguna otra cosa. Es difícil de probar. Ni las chicas, que lo ven como parte del riesgo de su vida; ni los padres, que tal vez sacan algún provecho de la situación, hacen la denuncia. Es un problema social además de judicial”, sostiene el fiscal Julio Castro, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos contra la Identidad Sexual, Trata de Personas y Prostitución Infantil, quien recibe varias denuncias anónimas, con datos poco precisos de prostíbulos donde habría menores. La Policía Federal realizó más de 20 procedimientos este año en cabarets denunciados, pero no encontraron a menores de edad, aunque suponen que estuvieron allí, según dijeron fuentes policiales.

“Cuando llegamos al lugar ya no están. Puede ser que estén trayendo chicas del interior. Estas redes se mueven de manera de que no se pueda encontrarlas, nunca las mantienen demasiado tiempo en el mismo lugar. La trata de menores de edad es en general interna, para salir del país con una menor corren más riesgos”, explica Castro, quien pidió contar con un equipo de investigación, integrado por efectivos de la Policía y la Gendarmería para poder combatir con mayor eficacia este delito aberrante.

“En las ciudades más importantes de nuestro país existen centenares de niñas, niños y adolescentes que son explotados sexualmente en las calles. Proliferan redes conformadas por clientes, intermediarios y proxenetas. Este tipo de prostitución se sustenta fundamentalmente por la demanda y no por la oferta. Los consumidores de sexo infantil son, según las estadísticas, hombres de más de cuarenta años, de alto poder adquisitivo”, dijo el criminólogo Raúl Torre, quien escribió el libro La víctima del crimen donde habla de la prostitución infanto-juvenil.

Los especialistas coinciden en que los chicos que están viviendo en la calle son vulnerables a ser explotados por adultos, en muchos casos de clase media, que les proponen tener sexo a cambio de dinero y hasta incluso de un plato de comida. El escaso conocimiento del tema, la tolerancia social, la pobreza y la posibilidad de engaños con incentivos falsos son factores que favorecen a la explotación sexual. Los niños que por la tarde se ven fumando paco o pidiendo limosna en la zonas de Once, Retiro y Constitución, por la madrugada regresan y se quedan solos, expuestos a adultos perversos que durante el día llevan una vida “normal” o a hombres alcoholizados.

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