domingo, 17 de junio de 2012

"HOY COMO AYER" por Darío Yancan

EL SIGUIENTE TEXTO ES DE CARACTER EXCLUSIVAMENTE PERSONAL. QUIEN LE BUSQUE ALGÚN VIRTUOSISMO NI CONTENIDO ACADEMICO, LE ADVIERTO QUE NO LO TIENE... ES PURO SENTIMIENTO Y ES PURA NECESIDAD.
SI ASI Y TODO PIENSAS EN SEGUIR ADELANTE, TE AGRADEZCO QUE COMPARTAS UN POCO DE MI.





                Hoy como ayer, es domingo. Y hoy como ayer, la vida nos pasará por 24 horas.

                Hoy como ayer, pensé en llamarlos pero decidí evitarme el dolor del silencio. Entonces, prefiero, dialogar con uds a través de esta carta para que esta conversación y estos sentimientos queden a la espera del día en que uds decidan “abrir su sobre”…



                Hoy como ayer no tengan dudas que son el centro de mi amor, que son los hijos que soñé y que son mis únicos hijos en este mundo.

                Hoy como ayer la distancia no existe, sólo la voluntad de trascenderla o de transformarla en la medida de la espera.

                Hoy como ayer se nos sigue escurriendo la cotidianeidad pero esa fuga la tenemos que capitalizar para los días que vendrán. Se que “los niños” que el 23 de diciembre de 2011 vi por última vez en su casa, ya se fugaron, ya no los volveré a ver, pero también se que la mujer y el hombre que traslucen y que están llegando, se preparan para la vida.

                Hoy como ayer y como hace dos años y medio, nos ha sido difícil dialogar y me ha sido difícil conseguir que tengan ganas de escucharme, y que acepten incorporarse a mi mundo. También se que de papá dicen cosas muy feas, pero nadie, nadie, sólo uds saben que nadie como papá los respeta tanto como personas que piensan y deciden por si mismos aunque la mayor parte de las veces, papá sea el cuestionado.

                Hoy como ayer, papá no se puede defender. No lo puede hacer en los cortos 20 minutos de teléfono, o en el escaso día que compartimos en las visitas. Pero esto que hacemos, yo escribo y uds leen, es una forma de defensa, una defensa que siempre será respetuosa de sus decisiones y que nunca hablará mal de los demás.

                Hoy como ayer seguiré buscando la forma que la Justicia y la Razón nos permita acercarnos pero sin que produzca dolor. Papá nunca los sacará de su casa para llevarlos a otra ni les hará cambiar su vida de prepo.

                Hoy como ayer espero que vean todo lo que tengan que ver, pero usen sus propios ojos.

                Hoy como ayer y como ha sido por años, irán a comer un asado a la casa del Abuelo vasco y está buenísimo, quieran, amen y respétenlo, a él, a la Abuela, a los tios, ellos son parte de su familia pero tan sólo les pido que a lo largo del día, piensen un minuto en papá. Yo voy a pensarlos todo el día y en ese momento estaremos unidos…

                Todos los días, papá los va a pensar, a extrañar, a llorar, a llamar, como fue siempre y como siempre será.

                Papá va a estar a mano para lo que necesiten, quizás pasen años para eso, pero las esperas tienen sentido en tanto se terminan.

                Saben, estoy juntando abrazos y ya no me entran en la casa.

                Los amo.



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