Hace unos años cuando encontré esta foto, sentí precipitar a la vista todo lo oído y leído sobre la impropiedad del cuerpo.
También sentí repicar todos los versículos condenatorios del placer y del deseo. Sentí la presencia cotidiana de lo sagrado, y sin más me decidí a realizar un rastreo por las visiones que existen sobre el cuerpo, su uso y propiedad.
Lo hallado, puro y respetuoso de su visión original, serán las próximas publicaciones de este espacio en virtud de apuntalar un trabajo final.
Las fuentes recurridas son originales y las trascripciones textuales.
El cuerpo, mi cuerpo, inaccesible a mi decisión salvo por furtividad o permiso, pasa a ser objeto de un nuevo pensamiento.
El cuerpo según los Ortodoxos. El cuerpo según el Antiguo Testamento (la Torah y la Biblia). El cuerpo según el Corán. El cuerpo según la prostituta. El cuerpo según la Ley Civil. El cuerpo según la Bioética. El cuerpo según el suicida. El cuerpo según el adicto. El cuerpo según la publicidad. El cuerpo según………
Podría seguir enunciando opiniones pero no es el hecho de hacer una lista, sino de poder encontrar aquel resquicio donde recontar los componente de mi SER.
Heidegger, Sartre, Foucault, otros, todos allí expectantes para la reedición de antiguas discusiones.
Imágenes brutales que exudan fortaleza en la más precaria de las fragilidades humanas y que golpean nuestro corazón convulso por los imperativos consumistas y exigentes que nosotros mismos nos imponemos.
Siento parecer demagógico, pero, ¡para que luego nos quejemos en nuestro acomodado Primer Mundo!
Espero les sea de interés y espero sus contribuciones.
Muchas gracias.
miércoles, 12 de marzo de 2008
“CUERPOS” por Darío Yancán.
Etiquetas:
MANIFIESTO
Publicado por DARÍO YANCÁN en 11:05
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