jueves, 13 de marzo de 2008

"CUERPOS 2" por Darío Yancán


Ablación /Mutilación Genital Femenina



En 28 países de África y Oriente Medio hay muchos padres y madres que se enfrentan a un grave dilema social y de salud, a veces sin darse cuenta. Tienen que tomar una decisión sobre las personas que más quieren en el mundo. Pero esta decisión puede llegar a colocar a estos padres y madres entre la espada y la pared.

¿Quieres entender cuál es su dilema? Vamos a imaginarnos dos situaciones distintas:


Situación 1

Imagínate que tienes 8 años y acabas de empezar tus vacaciones de verano. Un día tus padres te dicen que van a hacer una celebración en tu honor, porque ya eres mayor y tienes que convertirte en una persona respetable y buena. Así que una tarde, vas con algunos de tus familiares a un lugar en el que no habías estado antes y donde hay personas de tu localidad, a las que conoces de vista. A algunas no las conoces. Tu madre te dice que te tranquilices, te quita la ropa y te pide que no te muevas ni grites. Entonces alguien muy mayor y que te da un poco de miedo se acerca hacia ti con un objeto cortante.

Días más tarde aún te duele el lugar de donde ha cortado un poco de tu cuerpo. Tu familia está muy contenta, te felicitan y te dicen que están muy orgullosos de ti. A veces crees que no puedes soportar el dolor, pero al mismo tiempo notas como la gente te mira de otra manera: te felicitan y parece que incluso te toman más en serio. Sabes que lo que te han hecho es algo muy común y valorado, pero has oído algunas historias sobre gente que lo ha pasado muy mal después, por los problemas físicos, las infecciones y el dolor que han tenido durante toda su vida. Incluso sabes que una vecina de tu edad murió el año pasado.

Te alegra que ahora te consideren alguien importante pero no entiendes por qué es necesario sufrir tanto para que te aprecien. ¿Por qué si te quieren te hacen algo tan malo?




Situación 2

Ahora imagínate otra historia distinta. Tienes 15 años y tu familia se negó hace años a que te cortaran nada. Tus padres pertenecen a una asociación donde les han explicado lo peligroso que es eso para la salud y para tus derechos. Ellos no quieren que sufras, aunque tengan que enfrentarse a las críticas de la gente. Sabes que tu madre lo pasó muy mal cuando le ocurrió a ella y que incluso se puso muy enferma. Crees que aún se siente mal, aunque nunca habla del tema.

Sientes pena por gente de tu edad que sí fue cortada y que ha tenido que dejar de estudiar o de jugar porque el dolor y las infecciones no se lo permiten. Pero al mismo tiempo, y aunque no se lo digas a nadie, sientes un poco de envidia. Te parece que la gente siente respeto por las personas que han sido cortadas, mientras que a ti te desprecian. En la escuela algunos chicos y chicas te han llegado a decir que eres una persona sucia y que les das asco. También te han dicho que no eres buena persona, y que mientras conserves la parte de tu cuerpo que no te cortaron, no se podrá confiar en ti.

A veces tienes miedo de que nunca nadie te quiera ni se enamore de ti. Además, sabes que tus padres han tenido muchos problemas con familiares y vecinos por querer defender tu derecho a la integridad física. A veces te preguntas si no sería mejor sufrir dolor y arriesgar tu salud antes que soportar tantos desprecios. Estás pensando que quizás deberías dejar que te corten ese pedazo de tu cuerpo. Si toda la gente lo hace, no puede ser tan malo, ¿no?
Estas dos situaciones, por increíbles que nos parezcan, se corresponden con la realidad de muchas de las millones de niñas que cada año se enfrentan a la Ablación /Mutilación Genital Femenina (que es lo que significan las siglas A/MGF).

Dilemas cotidianos que amenazan los derechos de las niñas
Antes de conocer más detalles sobre qué es la A /MGF, dónde se practica y por qué, quizás necesitamos preguntarnos algunas cosas sobre nuestros derechos y los de todos los niños, niñas y adolescentes:

La protagonista de la primera historia no pudo decidir sobre si quería o no que le practicasen la A /MGF. La protagonista de la segunda está pensando que quizás debería hacerlo: ¿Crees que las dos tienen verdadera libertad de decisión?
Los padres de la primera historia quieren que su hija sea aceptada socialmente, que la respeten y que pueda aspirar a un buen matrimonio y a formar una familia. Los padres de la segunda historia se enfrentan al rechazo social porque prefieren que su hija tenga buena salud y no sufra. ¿Crees que toman decisiones acertadas?
En la primera historia la gente admira y respeta a la protagonista tras haber sido mutilada, porque es algo que valoran y consideran bueno. En la segunda historia la gente piensa que la protagonista no puede ser una buena chica mientras su cuerpo permanezca intacto. ¿Crees que es una cuestión cultural que debemos respetar o crees que esconde un problema de violencia contra las niñas y las mujeres?
Aunque es mundialmente aceptado que la A /MGF es una violación de los derechos humanos de las niñas y las mujeres, se sigue practicando. Quienes la practican piensan sinceramente que protegen a las niñas y a las mujeres. Sin embargo muchas de ellas sufren mucho durante toda su vida y algunas llegan incluso a morir.

Es necesario acabar con esta práctica, pero sin atacar a las personas que la defienden. Por eso es un tema tan difícil de abordar.

No hay que cortarse a la hora de hablar de la Ablación /Mutilación Genital Femenina. ¿Por qué nos cuesta tanto tratar este tema? Aquí tenemos algunas pistas:

La mutilación es algo que da mucho miedo y nos causa rechazo que se practique en nombre de la costumbre.
No es fácil diferenciar entre lo que consideramos respeto y tolerancia hacia las costumbres de los demás y entre lo que supone aceptar prácticas que pueden atentar contra los derechos humanos.
Existe un tabú relacionado con los aspectos morales y sociales de la sexualidad femenina.

Esta chica pertenece al pueblo masai, en Kenia. Las jóvenes masai que aún no han pasado por la A/MGF adornan sólo la parte superior de sus orejas. Una vez practicada, se pueden poner aros de latón y serpentinas, y comienzan a llevar collares. Para los masai, y para otros pueblos, la A/MGF es un rito de iniciación a la vida adulta.


Además, la distancia provoca que nos mantengamos ajenos a los problemas que atraviesan chicas como nosotros en países lejanos. A veces nos da corte inmiscuirnos en sus asuntos, por respeto a su modo de vida. Pero, aunque es cierto que la cultura es uno de los tesoros más valiosos que puede tener una sociedad, lo más valioso deben ser siempre las personas.
Tenemos que mantener el respeto hacia las normas sociales distintas a las nuestras, pero comprendiendo que, algunas veces, las personas crecen con creencias equivocadas de lo que significa el convivir y el vivir de acuerdo a una serie de normas y valores. Cuando desde pequeños somos educados para vivir de una determinada manera es muy difícil lograr erradicar las prácticas del lugar donde vivimos. Simplemente no nos damos cuenta de que esas prácticas podrían ser distintas.


"Durante más de 25 años practiqué la ablación a todas las niñas de mi pueblo, incluyendo a mis cuatro hijas y a sus hijas". Rasheeda, ha trabajado toda su vida como daya en Egipto. Ahora colabora con UNICEF para poner fin a la A/MGF


¿Qué es exactamente la A /MGF?

Sin entrar en muchos detalles desagradables, la Ablación /Mutilación Genital Femenina consiste en la extirpación total o parcial de los órganos genitales externos de las mujeres.

En la mayoría de los casos se realiza bajo condiciones insalubres donde son utilizados instrumentos no limpios como hojas de afeitar, navajas, tijeras, cuchillos de cocina o incluso piezas de vidrio. Por lo general no se utiliza ninguna anestesia para aliviar el dolor. La suele realizar una mujer mayor y con experiencia a la que su trabajo le confiere un alto estatus social. En Egipto estas mujeres se llaman "dayas", en Guinea "fanatecas" y en otros países de África, "buankisas".

Últimamente se ha extendido el que las familias lleven a sus niñas a clínicas, para que el procedimiento se lleve a cabo en condiciones de mayor higiene y seguridad. Sin embargo, esto continúa sin garantizar el respeto a la libertad, la salud ni a la integridad física de las niñas.

¿Dónde se practica y cuántas mujeres la sufren?

Según la Organización Mundial de la Salud , en los 28 países de África Subsahariana y Oriente Medio (Egipto, Omán, Yemen y Emiratos Árabes) en los que se practica la A /MGF, son aproximadamente unas 130 millones de niñas y mujeres que han sido víctimas de esta práctica. Cada día 6.000 niñas entre 4 y 10 años son mutiladas.

La mitad de los tres millones de niñas que sufren la A/MGF cada año viven en Egipto y Etiopía. En África, los países en los que se practica la A/MGF van desde Senegal, en la costa oeste, a Somalia, en el este. En Oriente Medio, la A/MGF se practica en Yemen y existen informaciones, aunque no pruebas claras, sobre Jordania, Omán, los Territorios Palestinos Ocupados y algunas comunidades kurdas en Iraq. También se ha informado de que se practica en algunas poblaciones de la India, Indonesia y Malasia. La prevalencia de la A/MGF varía mucho de un país a otro (5% en Níger o 99% en Guinea).

Ahora el problema también está afectando las mujeres inmigrantes que llegan a países industrializados. Hay informes acerca de mutilaciones en Australia, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Italia, Países Bajos, Reino Unido y Suecia.

En la mayoría de los casos estas niñas son operadas de forma clandestina por médicos de sus propias comunidades o provenientes de sus países de origen.

Según Amnistía Internacional, son muchas las mujeres que solicitan asilo como refugiadas en Europa, Australia o EE.UU. para huir de la A/MGF o para evitar que sus hijas pequeñas la sufran. Muchas de sus solicitudes de refugio han sido rechazadas, porque las autoridades de estos países industrializados han considerado que la amenaza de la A/MGF no es razón suficiente para huir de tu país. ¿Crees que les exigimos a los gobiernos de los países en los que se practica la A/MGF una sensibilidad que nuestros propios países no tienen?


¿Quiénes la practican?

Se dice que la Ablación/Mutilación Genital Femenina existe desde hace más de 2.000 años. Su existencia podría incluso remontarse a 4.000 años.

Comúnmente se dice que es una práctica defendida y promocionada por la religión islámica, pero esto no es del todo exacto. Existía en África antes de la difusión del Islam y lo que ha pasado es que allí donde se practicaba se ha mezclado con las costumbres islámicas. En muchos países islámicos no se practica, mientras que hay comunidades cristianas o animistas que sí la llevan a cabo, porque viven en una zona donde la A/MGF es habitual.
Se considera que mantener la creencia de que la ablación es una práctica islámica refuerza los prejuicios contra los creyentes musulmanes y puede fomentar el racismo contra ellos. Además, estos prejuicios pueden hacer que algunas de las personas que creen que la A/MGF es un deber para las musulmanas radicalicen su postura, para defenderse de quienes les critican. Esto perjudica los esfuerzos por acabar con la A/MGF, que en realidad es una práctica ajena a la religión.

“ La Sharia islámica protege a los niños y salvaguarda sus derechos. Aquellos que no son capaces de dar a sus hijos los derechos que les corresponden cometen un grave pecado. […] No hay ningún texto en la Sharia, ni en el Corán, ni en la profética Sunna que hable de la MGF.” El Gran Imán, Sheikh Mohammed Sayed Tantawi, Sheikh de Al-Azhar
“Se nos ha probado con pruebas religiosas verificadas que no existe ninguna evidencia exacta en la Sharia para legitimar ninguna forma de A/MGF. Además la A /MGF de cualquier tipo va asociada al daño, tal y como han expuesto doctores de confianza.” Declaración firmada por 30 Sheikhs de los ocho mayores grupos sufíes de Sudán, 2004
“[…] desde la perspectiva cristiana, esta práctica no tiene ninguna base religiosa. Además, no tiene base desde el punto de vista médico, ni moral ni práctico. […] Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo todo por su bien (tanto en los hombres como en las mujeres): cada órgano tenía su función y su papel. Entonces, ¿por qué permitimos la desfiguración de la buena creación de Dios? No hay ni un solo versículo en la Biblia , ni en el Viejo ni en el Nuevo Testamento, ni hay nada en el judaísmo ni el cristianismo; ni un solo versículo habla de la circuncisión femenina". Obispo Moussa, Obispo de los Jóvenes de la Iglesia Ortodoxa Copta y representante del Papa Shenouda III.
¿Por qué persiste la A /MGF?

“Para entender cómo puede transformarse una convención social, resulta útil usar una metáfora sencilla. Un grupo tiene una convención según la cual el público (en el cine, las obras de teatro o los conciertos) se queda de pie en lugar de sentarse. Llega una persona de fuera y explica que en otros lugares el público se sienta. Después de que la sorpresa va desapareciendo, la gente empieza a pensar que quizás sea mejor sentarse. Si sólo se sienta una persona, esa persona no puede ver nada de lo que pasa en el escenario. Sin embargo, si un número importante de personas del público se organiza para sentarse, aunque no sean mayoría, se darán cuenta de que pueden sentarse cómodamente y ver bien el escenario.”

Mackie, Gerry (2000), “Female Genital Cutting: the Beginning of the End”


“En las comunidades en las que la ablación es un prerrequisito para el matrimonio, si una sola familia deja de practicar la A /MGF, su hija no se casará. Se necesita un número mínimo de personas para provocar el cambio. Una vez que un número suficiente de individuos estén dispuestos a abandonar la práctica de la A /MGF, trabajarán para convencer al resto para que sigan su ejemplo porque esto reducirá el estigma social de quienes no son sometidas a la ablación. No es necesario que estas familias sean mayoría, simplemente basta con un número de individuos suficiente para demostrarle a los otros los beneficios de no practicar la A /MGF.”

“Cambiar una convención social perjudicial: ablación o mutilación genital femenina”, Informe UNICEF-Innocenti, 2005



"Por supuesto, haré que las circunciden exactamente como circuncidaron a sus padres, abuelos y hermanas. Es nuestra costumbre." -- (Una mujer egipcia hablando de sus hijas pequeñas)

“Si no la someto a la ablación, no habrá nadie que quiera casarse con ella. Desearía no haber tenido hijas, porque me preocupo mucho por ellas.” -- (Khadija, una mujer sudanesa que no quiere tener que practicar la A/MGF a su hija de 6 años)

Una de las explicaciones que reciben las niñas y mujeres propensas a la mutilación, es que es imposible que haya un cambio en ésta práctica ya que siempre se ha realizado y forma parte de la vida de la comunidad. Muchas personas no conocen los riesgos de salud que supone la práctica o los entienden como un mal menor que hay que aceptar en función de un logro más valioso.

Justificaciones que defienden la A/MGF (¡ojo!: son creencias, pueden cambiarse)
• "Es una costumbre, siempre se ha hecho así."
• "Fomenta la feminidad de la chica, su docilidad y su obediencia."
• "Controla la sexualidad de las mujeres."
• "Protege el honor de la familia."
• "Aumenta las posibilidades de un buen matrimonio."
• "Fomenta la higiene y la limpieza de la mujer."
• "Los genitales femeninos son peligrosos."
• "Las mujeres están más cómodas así."
• "Las mujeres se vuelven más bellas."
• "Aumenta la fertilidad y hace los partos más seguros."


Consecuencias de la A /MGF (no siempre ocurren, pero no pueden evitarse)
• Puede ocasionar la muerte por desangramiento.
• Aumenta el riesgo de contraer infecciones, entre ellas el VIH/SIDA.
• Intenso dolor y trauma psicológico. Muchas veces, dura toda la vida.
• Posibilidad de bloqueos neurológicos y estados de shock y confusión.
• Riesgo de que la herida no llegue a cicatrizar.
• Formación de cicatrices grandes, contracturas y adherencias.
• Infecciones del tracto urinario y en el aparato reproductor.
• Relaciones sexuales futuras dolorosas e insatisfactorias.
• Inflamaciones en la zona de la pelvis.
• Infertilidad.
• Menstruaciones dolorosas.
• Aumento del sangrado y de las infecciones durante el parto.
• Dificultades durante el parto y aumento de la probabilidad de que la mujer muera.
• Aumento de la mortalidad de los bebés durante y tras el parto.

Si nos fijamos bien, hay diferencias en el tipo de justificaciones que aparecen en los cuadros anteriores. Las justificaciones que aparecen en la primera columna se refieren a creencias y valores sobre lo que es apropiado y decente para una mujer. Mientras, en la segunda columna aparecen las consecuencias reales que puede tener la A/MGF para una mujer. Estas consecuencias no sólo no contribuyen a promover los valores y creencias que se supone que potencia la A/MGF, sino que atentan contra algunos de los derechos fundamentales del ser humano:

Derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona

Derecho a no ser sometido a violencia, lesiones, abusos, torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes

Derecho a no ser objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, ni de ataques a su honra o a su reputación

Derecho a la igualdad de oportunidades

Derecho a la salud

Derecho a la protección frente a prácticas tradicionales dañinas

Derecho a tomar decisiones sobre la propia vida sexual y reproductiva


Los Derechos de la Infancia y la A/MGF
La Convención de la ONU sobre los derechos del Niño es el primer instrumento creado para vigilar que los niños y niñas no fueran víctimas de la violación de sus derechos. Esta Convención obliga a los gobiernos a adoptar todas las medidas, legislativas, administrativas, sociales y educativas necesarias para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño o niña se encuentre bajo custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.
El artículo 24(3) de la Convención exige explícitamente a los gobiernos que adopten todas las medidas eficaces y apropiadas posibles para abolir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud de los niños y niñas.
Existe un documento regional titulado la Carta Africana sobre los Derechos y Bienestar del Niño. Ha sido aprobado por la Organización de la Unidad Africana en 1990, pero aún no ha entrado en vigor. En el se refiere en algunos de sus apartados a la mutilación genital femenina. Uno de ellos declara que “cualquier costumbre, tradición o práctica cultural o religiosa que esté en contradicción con los derechos, deberes y obligaciones contenidas en la presente Carta será nula y no tendrá valor”. La Carta exige también a los gobiernos que tomen medidas adecuadas para eliminar las prácticas sociales y culturales “perjudiciales para el bienestar, el normal crecimiento y desarrollo del niño, en particular las perjudiciales para la salud o la vida del niño y las costumbres y prácticas discriminatorias para el niño por razón de sexo u otra condición”.
Por otro lado, la Declaración de la ONU sobre la Eliminación de Todas las Formas de Intolerancia y Discriminación Fundadas en la Religión o las Convicciones protege los derechos del niño contra los abusos cometidos en nombre de una creencia o tradición cultural determinada, declarando que “la práctica de la religión o convicciones en las que se educa a un niño no deberá perjudicar su salud física o mental ni su desarrollo integral.” [artículo 5(5)]

¿Por qué se dice: "ablación/mutilación"?

Aunque se refieren a la misma cosa, hay una importante diferencia entre los términos "mutilación genital femenina" y "ablación genital femenina". El primer término condena la práctica, mientras que el segundo la legitima. Para afrontar esta contradicción, UNICEF y algunas de las organizaciones que trabajan para acabar con esta práctica utilizan un término compuesto: "ablación/mutilación genital femenina".
El uso de la palabra “mutilación” refuerza la idea de que es una violación de los derechos humanos de las niñas y las mujeres, y por lo tanto ayuda a promover un movimiento nacional e internacional para su abandono. Es el que se usa internacionalmente desde 1991.
Pero en el ámbito comunitario el término “mutilación” puede resultar problemático. Las lenguas locales normalmente usan el término “ablación” para describir la práctica, puesto que resulta más neutro; es comprensible que los padres no admitan que “mutilan” a sus hijas. Por eso, este término se emplea en el trabajo cotidiano que se realiza con las comunidades para poner fin a la práctica.

No hay comentarios: