Me he tomado unos días antes de escribir este texto para acentuar la distancia y evitar la confusión que sea tomado como una especie de balance de fin de año. Pero me resulta imperioso hacerlo, escribirlo, dado que ha sido un año cuasi-lúdico y como todo juego aspira a un objetivo, es necesario verificar la instancia alcanzada.
Nos hemos conocido mutuamente, los he leído y viceversa. Diría que hemos tenido una relación respetuosa, de interés por el otro.
Mucho de lo que les he propuesto, casi todos los elementos que tomé para la propuesta no me pertenecen de primera mano, quizás de tercera. He tomado cosas prestadas, las he trascripto textuales y sobre las cuales hemos construido conclusiones. He tomado sus palabras y sus intenciones para buscar la consecuencia entre los dicho y los textos .
Mucho de lo propuesto se compone de un uso intencionado de conceptos antes existentes que nos llegaron y a los cuales recibimos y buscamos cambiarles preeminencia.
Lo que si me pertenece y con el tiempo forma la esencia relacional, es el determinar un criterio de selección, el criterio por medio del cual decidimos que tomamos y que no, que es lo importante y que no lo es.
Me corporizo como individualidad-individuo, existo, tengo entidad, tengo cuerpo y valor a través de la individuación. Individuarse es el camino inverso a la masificación y el consumo, es la actitud de respuesta que tiene el intelecto en días borrosos. La individuación tiene su base en Mi posicionamiento ideológico, en la identificación de MI criterio de selección, en la construcción y reconstrucción de un criterio que caracterice mi estructura de pensamiento.
La individuación demanda a gritos razones válidas y valederas que le den argumento y sustento.
Por otro lado, la entidad de dicho criterio es tan sólo una y arbitraria, diría que es simplemente mía.
En usufructo de la arbitrariedad, he intentado componer un discurso o una melodía. Sea cual fuere el resultado (texto o música), hemos jugado con los elementos componentes de nuestra cultura social de manera intencionada. Hasta en algunos casos, nos hemos metido dentro, dentro de cada elemento.
Componer, articular, engarzar
ese rosario pagano del que siempre he hablado, esa actividad del intelectual que reconoce los elementos existentes de su sociedad y busca otra construcción provisoria hasta el próximo cambio.
En la introducción de la Revista El Croquis dedicada a la COOP. HIMMELBLAU, llamada “ EL JUEGO DE LA DECONSTRUCCIÓN”, J. L. González Cobelo cita un juego, el juego del todo,
EL JUEGO DE LOS ABALORIOS*.
Su fundamento está en tomar la totalidad de la producción cultural de una sociedad en sus tiempos de mayor fertilidad y ponerlos en duda. Pero no poner en duda la veracidad de los logros sino e lugar asignado.
Probablemente, el experto en el juego (MAGÍSTER LUDI), esté en condiciones de jugar dentro de cada concepto pero nosotros, los iniciáticos, juguemos con las relaciones solamente.
Quizás sin saberlo, hemos iniciado nuestro propio juego de abalorios o los he intentado abismar a dicho juego-proceso.
Para los que se hallen inconcientemente confundidos y atrapados en este juego, les pido disculpas por la parte que me cabe. Lamento decir que ya no hay retorno y que hay pocas certezas, pero lo que si les puedo garantizar, es que ya no volverán a ser quienes fueron.
El iniciado en el juego de dudar de los lugares de las cosas se hace a la mar de los sin respuestas, sin brújula pero con la posibilidad por guía y todas las direcciones posibles a mano, ya no todos los caminos conducen a Roma.
AÑO, LUDISMO, ELEMENTOS. Un año de mezclar los esquemas dados y asumidos, las estructuras y la escalas jerárquicas. Un año de acción desestabilizante para una comunidad que busca certezas y paces cementicias, que busca estar tranquila y dejarse llevar por la corriente río abajo. Y a esas aguas calmas las minamos por doquier.
El tiempo se compone de ciclos. No desesperemos, preparémonos para la ciclicidad y para nuestro año por venir.
A mis compañeros de Cátedra, a mis alumnos y a los desconocidos por arribar, gracias y buen año.
Con respeto, Darío Yancán.
*”El juego de los Abalorios “ de Herman Hesse. Próximamente a publicarse por capítulos en este site.
sábado, 12 de enero de 2008
"AÑO EN JUEGO" por Darío Yancán
Etiquetas:
MANIFIESTO
Publicado por DARÍO YANCÁN en 9:22
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